"ATMÓSFERAS"

Recuerdo cuando el verano llegaba a su fin, y solía ir con mi familia en busca de setas en un lugar que se llama "La Aliseda", en Jaén. Iba observando el recorrido de la carretera y los cambios que se producían en el paisaje .Las hojas de los árboles caducifolios formaban un colorido manto de colores cálidos , anaranjados y amarillos ,la berrea comenzaba y podíamos ver cómo los ciervos se camuflaban entre la vegetación, el río de "La Campana " sonaba con más fuerza que los anteriores meses y podías apreciar el sonido del recorrido del agua, cómo chocaba entre las rocas y ramas caídas después de las fuertes tormentas. La luz se penetraba los bosques de álamos y cambiaba según iba entrando más el otoño, cada vez más inclinada, lo cual hacía que las sombras  fueran más alargadas. Los paseos eran muy placenteros después de unos días de lluvia , la vegetación aún tenía el rocío ,el olor de las hierbas aromáticas se mezclaba con el aroma del resto de elementos y las hojas caídas crujían al pisarlas. Me encantaba la sensación de alegría y satisfacción cada vez que encontrábamos una seta, cada una con una textura diferente pero agradable, al cortar el tallo las manos se impregnaban de tierra húmeda y creaba un olor tan agradable a otoño, que con tan sólo cerrar los ojos puedo volver a olerlo. La colecta la hacíamos en unas viejas cestas de mimbre que aún seguimos llevando en cada una de nuestras rutas. Al final del paseo nos encontrábamos el Viejo Fresno junto a un puente de piedra , repleto de musgo de color verde vivo  entre sus juntas.  El Fresno era un gran tronco hueco donde me metía con mi hermana a jugar, su interior estaba repleto de telarañas y pequeños insectos, pero me encantaba esconderme y resguardarme del frío. Finalmente nos sentábamos en las raíces superficiales del árbol para descansar y más tarde continuar el recorrido.