A veces, cuando no comprendemos algo, nos lo explican diciendo justo lo que no es; lo contrario.
Con ese símil adjunto la siguiente foto.
Mi primer recuerdo proviene de uno de mis primeros día de reyes, que pasábamos en familia reunidos en casa de mi abuela. Así, el primer sentimiento que acompaña a dicho recuerdo es el de tranquilidad; de calma, de inocencia. El sentirse arropado por tu familia y despreocupado por un futuro; pues como niños, no se piensa en futuro.
La soledad es algo que poco a poco va carcomiendo a las personas a medida que pasa el tiempo. Al igual que un niño ha de ser arropado, esa necesidad pasa con el transcurso de la vida, y la independencia se va dando en muchos aspectos, hasta culminar con la independencia vital. Por ello, ese sentimiento creo yo es un tesoro: conforme pasa el tiempo, más difícil es sentirse arropado de la manera en la que lo puede hacer un niño.
Por eso, el sentido de la foto, es imaginarse a uno mismo en medio de ese mar: con tus únicos pensamientos. Independiente del resto del mundo.
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