Para este proyecto he
escogido las luces Moser, creadas por, como podemos intuir por el nombre,
Alfredo Moser. Esta iluminación consiste en obtener luz sin ningún tipo de
electricidad, sólo nos hacen falta una botella de 2L (lavada de forma
meticulosa), agua destilada, blanqueador (o cloro), sellador industrial (o un
pegamento bastante bueno con el que sepamos que la botella no se va a separar
de donde la hemos pegado), y una hoja de metal. En la hoja de metal, que tiene
ser lo suficientemente grande como para rodear la botella, recortamos un
círculo con la medida de la botella, para que ésta quepa lo más justo posible.
Después metemos la botella en el agujero y lo sellamos con el sellador
industrial (o pegamento) y llenamos la botella casi completamente junto a 3
cucharadas de cloro. Dejamos que el agua y el cloro se mezclen solos, sin
remover. A continuación colocamos la botella en el sitio que queramos iluminar,
en este caso la zona elegida de la escuela es el bicicletero, así que
personalmente pensé en poner pequeños paneles pegados a la pared (o
atornillados) de forma horizontal y agujereados como la hoja de metal y colocar
ahí nuestra luz. Pegar muy bien con el sellador industrial la hoja de metal a los
paneles establecidos. Muy importante es que la botella tiene que sobresalir 2/3
de ella misma por la zona iluminada, es decir, por abajo. Y hay que rellenar
las botellas con más agua y cloro cada cierto tiempo ya que por motivos
climáticos, el agua puede evaporarse. Como se puede observar, la botella
sobresaldrá por arriba y, para que no se vea poco estético, se puede tapar con
algún tipo de decoración o con cualquier otra idea. Elegí este proyecto porque
es bastante fácil y ecológico, además de que es de bajo coste.
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